Este 5 de junio se celebra el día de Día Mundial del Medio Ambiente, el cual reconoce el valor de la biodiversidad como sustento de la vida en el planeta; y nos invita a reflexionar de cómo la actividad humana ha alterado el equilibrio de la naturaleza.
Se ha demostrado que existe una relación entre el deterioro del medioambiente y la proliferación de nuevas enfermedades causadas por la aparición de virus, bacterias. Igualmente, se conoce que, incluso en la situación actual, el comercio ilegal de fauna silvestre, la deforestación y la agricultura industrial incrementan los riesgos de aparición de nuevas pandemias. Asimismo, la urbanización, la pérdida y la fragmentación de hábitats o los mercados de animales vivos incrementa el contacto con especies portadoras de infecciones.
En esta línea, el parlamentario andino Alan Fairlie señala que “es necesario promover estrategias de reactivación y desarrollo, que incluyan el eje ambiental de manera transversal; de esta manera, promover el crecimiento verde y empleos sostenibles mediante acciones y políticas que impulsen el cambio económico y social; es decir, en los patrones de producción y consumo”.
Por tal motivo, como parte de su labor parlamentaria y buscando promover un desarrollo sostenible en los paises de la región ha venido trabajando en diversos instrumentos normativos que han sido presentados y aprobados por el Parlamento Andino, que buscan fomentar políticas que faciliten la transición hacia el desarrollo sostenible e inclusivo; en el cual una de las mayores premisas es el cuidado del medio ambiente y su uso sostenido. Entre ellos destaca el marco normativo que promueve el biocomercio en la Región Andina; así como la Recomendación N°347: Impulsar las Inversiones Verdes en la Región Andina, la recomendación Nª 367: Impulsar la Creación y Uso de Instrumentos de Pago por Servicios Ecosistémicos para Promover la Conservación y Aprovechamiento Sostenible de la Biodiversidad; y la recomendación N°373: Para Establecer una Estrategia Andina de Financiamiento Verde para Transitar hacia el Desarrollo Sostenible.
Finalmente, el parlamentario andino Fairlie indicó que esta es la oportunidad que tienen los países para fortalecer e impulsar de manera más agresiva acciones que promuevan el avance hacia el logro de los ODS, la Agenda 2030, y, por ende; liderar un cambio en las matrices productivas de las economías hacia una tendencia más “verde”.
“No debemos retroceder ni flexibilizar la normativa ambiental que busca garantizar el cuidado y conservación del medioambiente. Los Gobiernos deben tener claro que impulsar este tipo de políticas disminuyen el riesgo de futuras pandemias. Es importante que se priorice el eje socioambiental en los planes y agendas económicas de los países, dado que la forma más eficaz de prevención es conservar un medioambiente sano.”