La palma aceitera en Brasil se viene extendiendo sobre todo en el estado amazónico de Pará. BBF (Brasil BioFuels), la mayor empresa en Brasil, tiene acusaciones por crímenes ambientales y violencia contra comunidades, como la comunidad de Virgílio Serrão Sacramento, vinculada al Movimiento de Pequeños Agricultores (MPA).
La violencia en el campo, en el territorio de Pará, en la Amazonía brasileña, se ha producido sistemáticamente a lo largo del siglo XX en nombre de un 'desarrollo nacional' que no incluyó a los pueblos que habitan ese territorio, y que hasta hoy no forman parte de él. Este 'desarrollo' avanza asesinando, envenenando y expulsando a las poblaciones locales de forma truculenta todavía en el siglo XXI. En la región del Baixo Tocantins esta violencia se presenta a través del monocultivo de la palma aceitera, que llegó a la región en la década de 1980. Desde que llegaron, las plantaciones de palma aceitera y las empresas que explotan ese negocio tienen un historial de asesinatos, crímenes laborales, violaciones de los derechos humanos y tantas otras crueldades producidas en nombre de este 'desarrollo'. Y a pesar de toda esta historia de violencia en los territorios campesinos, quilombolas e indígenas, las empresas afirman que producen energía y aceite de palma 'sostenibles'.
Biopalma da Amazônia SA, una empresa propiedad de Vale -una de las compañías mineras más grandes del mundo- en asociación con el Grupo MSP, construyó su primera planta de extracción de palma aceitera en 2012. La planta está ubicada en el municipio de Moju, a 150 km de Belém, capital del estado de Pará. La inversión total en el proyecto fue de US$ 500 millones de dólares, según Vale.
Biopalma fue vendida al grupo BBF (Brasil BioFuels) en 2020. BBF se ha convertido, según su página web, en el mayor productor de aceite de palma de América Latina y proyecta la expansión del cultivo de palma aceitera en los estados de Roraima y Pará. (1) Tras la compra de Biopalma, BBF controla ahora una superficie de cultivo de más de 63.000 hectáreas, de las cuales 7.000 pertenecen a productores de agricultura familiar. BBF opera en todas las fases del proceso de producción, desde el cultivo de la palma aceitera hasta la producción de energía en centrales termoeléctricas.
El proceso de adquisición fue impugnado tras una demanda presentada ante la Justicia de Río de Janeiro por la empresa Marborges Agroindústria, interesada en averiguar la transparencia de la compra de Biopalma. Marborges menciona en la demanda, según informaron los medios de comunicación, que BBF habría pagado 1 real por Biopalma, frente a la propuesta de Marborges (que fue rechazada) de 20 millones de reales (más de US$ 4 millones), sin necesidad de ninguna contribución financiera por parte de Vale y con el levantamiento de todas las contingencias de la empresa productora de palma aceitera.
Fue precisamente en este período, en medio de un contexto pandémico, que la BBF, liderada por inversiones extranjeras, extendió sus cultivos de palma aceitera hacia las zonas de comunidades campesinas como Virgílio Serrão Sacramento, ubicada en Moju, Pará.
Impactos y conflictos
Según el diario O Liberal del 05 de abril de 2022, la empresa BBF, “encabezada por Milton Steagall, que se enfrenta a decenas de juicios en su contra en el ámbito civil y penal, ha sido objeto de nuevas acusaciones. El Ministerio Público Federal (MPF) señala una serie de irregularidades por parte de BBF, que opera en áreas de comunidades tradicionales, como indígenas y quilombolas, sin que se haya llevado a cabo el proceso de autorización legal necesario para una empresa de biodiésel. Además de las actividades irregulares, la empresa cuenta con acusaciones de crímenes ambientales, intimidación y violencia contra las comunidades.” (2) El Ministerio destacó, según el diario, entre otros, que el Territorio Indígena Turé Mariquita está asfixiado por los cultivos de la empresa, sin la zona de amortiguación que debería existir, de al menos 10 kilómetros de distancia entre los cultivos y el territorio indígena, y se registraron diversas denuncias de contaminación (3). Esa misma situación afecta a dos comunidades quilombolas, también cercadas por las plantaciones de palma: la comunidad de Alto Acará y Nova Betel. Según el Ministerio Público Federal, “tanto en el caso del Territorio Indígena Turé Mariquita como en el de las comunidades quilombolas, todavía hay áreas compradas por la empresa que son, de hecho, territorio reclamado por quilombolas e indígenas” (4) Asimismo, en abril de 2022, las comunidades quilombolas de Bujaru y Concórdia, también ubicadas en Pará, denunciaron en una carta abierta la fuerte contaminación y sequía del río Bujaru debido a las operaciones de la empresa BBF. (5)
Fue en este contexto que el 23 de marzo de 2022, los campesinos y campesinas vinculadas al Movimiento de Pequeños Agricultores (MPA), en el municipio de Moju, en la comunidad de Virgílio Serrão Sacramento, se vieron sorprendidas por un oficial de justicia de la Sala agraria de Castanhal, que les entregó una notificación con una solicitud de medida cautelar y restitución de tenencia por parte de la empresa BBF.
Desde finales de 2015, las familias residen y ocupan la zona tranquila y pacíficamente, con actividades agrícolas que respetan el medio ambiente. Los ingresos de las familias provienen de la comercialización de sus productos como: harina de yuca y sus derivados, nueces de Brasil, azaí, pupuña, cacao, maíz, frijoles, arroz, maracuyá, pimienta negra, gallinas, patos y cerdos. Es decir, la tierra garantiza la dignidad y los ingresos de las 38 familias de la comunidad que viven de su trabajo en el campo. En la comunidad hay 13 moliendas de harina donde se produce harina de yuca colectivamente, en promedio cada familia produce 30 paquetes de harina al mes (cada paquete tiene 60 kilos). En la comunidad hay un semillero en el que ya se han producido más de 26.000 plantones de azaí que se han sembrado en las parcelas de tierra y también se han producido 30.000 plantones de cacao. Todo el trabajo se hace colectivamente y con los propios recursos de los agricultores.
Las familias que viven en la comunidad "Asentamiento Virgílio Serrão Sacramento" tienen una historia de lucha por el reconocimiento de sus tierras y exigen un seguimiento de la zona por parte del ITERPA (Instituto de Tierras de Pará) para que se proceda a la regularización de las tierras en favor de las familias. Según los estudios realizados por el propio movimiento, no hay títulos de propiedad privada para la zona ocupada, es decir, las tierras pertenecen al estado de Pará. Se puede comprobar eso a través de fotos y actas de reuniones y ocupaciones disponibles en la sede del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) y del ITERPA, en Belém. Las familias de la comunidad siempre han denunciado las intimidaciones y amenazas por parte del personal de esta empresa de monocultivo de palma aceitera a través del uso de drones y camionetas que transitan por la zona. Siempre intentan identificar a sus líderes, amedrentando a las familias para que abandonen el lugar. Por ello, el movimiento y las familias siempre han solicitado que el ITERPA se manifestara, lo que no ocurrió hasta el comienzo de la pandemia del Covid-19.
En diciembre de 2020, actuando de forma furtiva y agresiva, la empresa BioPalma (hoy BBF) ingresó en la zona con 2 guardias de seguridad y un empleado en un automóvil, tomaron fotos de las casas, de los cultivos y de las familias afirmando que la zona pertenecía a la empresa y que nos retiráramos del lugar. Durante este periodo, estábamos atravesando uno de los momentos más críticos de la pandemia, con diversos familiares enfermos y debilitados. Fue en ese contexto que la empresa emprendió acciones legales de restitución de tenencia contra las familias.
La empresa se apoya en argumentos falsos para tratar de incriminar al movimiento y a las familias que viven en la comunidad, afirmando que estamos en una zona que les pertenece y que estaríamos practicando crímenes ambientales como la tala ilegal de árboles. Además, intentan acusarnos de amenazar a los empleados de la empresa con machetes.
Todas estas acusaciones y mentiras hieren nuestra dignidad, principios y valores, ya que ninguno de esos actos se ha cometido a lo largo de estos años. Nunca se ha sancionado a nadie en la zona por este tipo de acción, lo que se demuestra en una carta del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (IBAMA) sobre la ausencia de deforestación en los últimos años en la zona de la comunidad. Por el contrario, hemos desarrollado diversas actividades de sensibilización y responsabilidad ambiental con la siembra de árboles frutales para recuperar el bosque.
Repudiamos la acción criminal e inhumana de esta empresa que viene apoderándose de las tierras en el estado de Pará, cometiendo crímenes ambientales, violando los derechos laborales y causando daños irreparables a nuestros ríos, igarapés y manantiales de nuestra región. (6)
La expansión de la palma aceitera en el Amazonas: más destrucción y acaparamiento de tierras
La zona de cultivo de palma aceitera en Brasil se ha incrementado en un 60% en los últimos diez años. La mayor parte de la expansión se concentra en el estado amazónico de Pará. Según un estudio reciente de Chain Reaction Research, BBF, la mayor empresa de palma aceitera de Brasil, controla 128.000 hectáreas de tierra. La empresa suministra aceite de palma sobre todo a las siguientes empresas: Bunge, Cargill, General Mills, Grupo Bimbo, Hershey’s, Kellogg's, Mondelez, Nestlé y Unilever. En los últimos años, se ha responsabilizado a BBF por la deforestación de 667 hectáreas, pese a los compromisos asumidos por esa empresa y sus autoridades de expandir el cultivo de palma aceitera sólo en las zonas deforestadas antes de 2008. La mayor parte de esas 667 hectáreas fue deforestada entre 2019 y 2020. En 2020 se detectó un pico de 165 alertas por riesgo de incendio en las plantaciones de palma aceitera de BBF. (7)
BFF tiene casi 70.000 hectáreas cultivadas en Roraima y Pará, pero ya existen áreas mapeadas para el cultivo de palma aceitera en Rondônia, Amazonas y en la isla de Marajó, donde ya se dispone de financiación internacional, según el director general de BBF, Milton Steagall. (8)
En diciembre de 2021, Brasil BioFuels (BBF) y Vibra Energía -el mayor distribuidor de biocombustibles de Brasil- anunciaron que planean construir una refinería de diésel ‘verde’ o ‘renovable’ en Manaus, la capital del estado de Amazonas. La refinería de Manaos aún no dispone de licencia ambiental, pero se prevé una inversión de R$ 1.800 millones (US$ 378 millones) para que pase a operar en 2025. Para alcanzar el volumen de producción necesario, BBF prevé plantar 120.000 hectáreas de palma aceitera hasta 2026, en zonas que aún están por definir. Esto aumentaría la superficie destinada al cultivo de la palma aceitera en Brasil en aproximadamente un 60%. (9) Vibra Energía, antes conocida como Petrobras Distribuidora SA, ha acordado vender el combustible que se producirá en la refinería de BBF en Manaus para aeronaves. (10) La estrategia de BFF, según Steagall, consiste en cultivar la palma en zonas remotas y transportar el aceite con el apoyo de Vibra, que tiene experiencia en el sector de transporte naval, lo que también ayudará a reducir los costes. (11)
La expansión de la palma aceitera en la Amazonía brasileña por parte de empresas como BBF se vincula a la violación de los derechos de los Pueblos Indígenas y de las comunidades campesinas y quilombolas. Las denuncias recientes incluyen la contaminación de ríos y suelos y el daño a los medios de vida y la salud de los pueblos. Se han documentado numerosos conflictos de derechos sobre la tierra. (12)
Las familias que viven en la comunidad del Asentamiento Virgílio Serrão Sacramento evidenciamos que en la Amazonía brasileña se está llevando a cabo un proyecto de destrucción y que la justicia a menudo hace caso omiso ante los crímenes de los poderosos.
Seguiremos con la lucha por la tierra, el trabajo y la justicia y no nos acobardaremos ante los poderosos que intentan matarnos.
Mateus. Movimiento de Pequeños Agricultores (MPA), Pará, Brasil
(1) BBF, Who we are, https://www.brasilbiofuels.com.br/en/who-we-are/
(2) O Liberal, MPF reforça acusações contra Brasil Bio Fuels, 2022.
(3) Repórter Brasil, O dendê na mira da lei, 2015.
(4) Ministério Público Federal, MPF aponta risco de violência em conflito entre BBF e comunidades indígenas e quilombolas no Pará, 2022.
(5) Combate Racismo Ambiental, Carta Aberta: As Comunidades Quilombolas de Bujaru e Concórdia do Pará pedem Socorro!, 2022.
(6) Movimento dos Pequenos Agricultores – MPA, Camponeses que ocupam área a mais de 7 anos organizaram uma nota de repúdio e de esclarecimento, leia na íntegra, 2022.
(7) Chain Reaction Research, Latin American Palm Oil Linked to Social Risks, Local Deforestation, December 2021.
(8) Valor International, Brazil will have first green diesel plant, November 2021.
(9) Farmlandgrab, Aceite de palma: ¿combustible sostenible o riesgo de deforestación?, 2022.
(10) Brasil Biofuels, Brazil’s Vibra taps deal to move into palm oil-based aviation fuel, 2022.
(11) Ditto (8).
(12) Ditto (4).
Con información de World Rainforest Movement
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