En lugar de dejarse llevar por “delirios de orden”, las autoridades deberían permitir que los prados florezcan, porque sin ellos insectos están muriendo y con ellos los pájaros cantores, según los especialistas.
Alemania se está volviendo más colorida, en el verdadero sentido de la palabra.En muchas carreteras y prados en el centro de las ciudades ya no se ve solo el color verde de los céspedes. Numerosas plantas están floreciendo en amarillo, blanco, azul y rojo. La tendencia se desencadenó sobre todo por las advertencias de los defensores de la naturaleza: los insectos están muriendo y con ellos los pájaros cantores. Por lo tanto, para finales de año, el Gobierno alemán también introducirá una ley de protección de insectos.