Ana Jara 5El Gobierno y su Ministra de Trabajo debe realizar medidas de mayor trascendencia y no quedarse en lo tradicional.

El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores del Perú (CUT Perú), Julio César Bazán Figueroa, sostuvo que el incremento del aguinaldo de julio de S/. 300 a S/. 500,  no compensa el daño realizado por el Poder Ejecutivo a los trabajadores de la administración pública,  con la exclusión de la negociación colectiva en la Ley N.° 30057, del Servicio Civil.

 Dijo que la decisión del Gobierno de incrementar la gratificación, en el fondo abala, la propuesta sindical de la CUT Perú, que frente a la desaceleración de la economía, plantea al país, desechar la política de reactivación basada en ganancias y avanzar con una política basada en salarios; es decir, aumentar los salarios personales y funcionales, para dinamizar el mercado interno, con mayor capacidad de compra del consumidor, tal como los voceros del gobierno y la ministra de Trabajo y Promoción del Empleo, Ana Jara sustentan sus medidas de fiestas patrias.

“El Gobierno debe ser consecuente con lo dicho y debe tomar decisiones estratégicas como promover la negociación colectiva en La empresa Privada y en el Sector público, para que la distribución del ingreso sea menos desigual, se repare el daño al sector público en la Ley Servir y se garantice de manera sostenida que la economía se desarrolle bien”, dijo Bazán Figueroa.

El dirigente sindical consideró que el Poder Ejecutivo con estas dos medidas recurre al dinero de los trabajadores, porque sabe que con las medidas planteadas en su llamado paquete reactivador, la economía no podrá sostenerse, la desaceleración viene de la dependencia externa y de la baja de los precios de los metales en el exterior, si no se realizan cambios estratégicos que promuevan la diversificación productiva en sectores manufactureros y agricultura, con mayor mano de obra.

“La titular de Trabajo debe realizar propuestas de mayor trascendencia al ejecutivo y no quedarse en lo tradicional. Debe ponerse a trabajar con los interlocutores sociales el Plan Nacional de Trabajo Decente, pendiente desde 1999. Para ello, se requiere también promover la libertad sindical y hacer más dinámico el Consejo Nacional del Trabajo”, concluyó Julio Bazán.