El índice de morosidad de los créditos concedidos por las entidades bancarias privadas retrocedió en setiembre último a 3.08%. De esta forma, observamos una disminución de 0.03 puntos porcentuales respecto a agosto pasado. Cabe precisar que con la caída anotada en el noveno mes, la morosidad acumuló dos descensos consecutivos, situación que no se veía desde el 2015 cuando en noviembre y diciembre de dicho año también retrocedió sucesivamente.

El descenso de la morosidad en el mes de análisis se sustentó por el retroceso en el índice de cumplimiento en el pago de los créditos a las medianas, pequeñas y microempresas (-0.17, -0.11 y -0.31 puntos porcentuales, respectivamente), además de los préstamos de consumo (-0.07 puntos porcentuales). Sin embargo, observamos un ligero aumento de la mora en los créditos corporativos (0.008 puntos porcentuales), grandes empresas (0.02 puntos
porcentuales) e hipotecarios (0.03 puntos porcentuales).

La caída del índice de morosidad por segundo mes consecutivo podría ser el inicio de un descenso sostenido en los siguientes meses, aunque para que ello se concrete será necesario que las señales de recuperación percibidas en la economía recientemente se afiancen mediante un mayor dinamismo de la inversión privada, gasto público, consumo, y en general, de la demanda interna.