Presiones del dragón chino
Jorge Manco Zaconetti
El cambio en el ministerio de Energía y Minas anunciado desde diciembre pasado en razón de las múltiples presiones de la derecha económica, la prensa concentrada, los gremios empresariales, los “espadachines a sueldo” demandando la salida del Ing. Oscar Vera se ha hecho realidad, conjuntamente con el cambio del Ministro de Economía y Finanzas (MEF), entre otros. Ello demuestra una vez más la alianza del fujimorismo, el desprestigiado Congreso de la República y el débil gobierno de la dupla Boluarte / Otárola.
El ministro saliente del sector es un gerente de PetroPerú con licencia, responsable técnico de la Nueva Refinería de Talara, que por su posición progresista respecto al fortalecimiento empresarial de la petrolera estatal, con lotes propios en especial de los contratos próximos a su vencimiento, se había convertido en un ministro incómodo, uno de los últimos sobrevivientes del partido “Perú Libre” que llegó al gobierno en el 2021, defraudando las expectativas de los sectores populares del país. ¡Es más, con su líder Vladimir Cerrón perseguido por la justicia con serios cargos de corrupción!
En los últimos artículos afirmamos que Ing. Vera Gargurevich tenía los días contados, pues el contrato del lote X termina en mayo del presente, y la poderosa empresa estatal china CNPC que depende del Partido Comunista Chino pretende quedarse 30 años más, gracias a las reservas probadas y rentabilidad del viejo lote X.
Como ministro del sector Vera sostenía en absoluta minoría su posición en el gabinete como en los medios de prensa que dicho lote debiera ser transferido directamente a PetroPerú, por la rentabilidad que representa y cuyas reservas probadas de petróleo de casi 50 millones de barriles están a “tiro de cañon” de la Nueva Refinería de Talara, que necesita para su menú refinero por lo menos 20 mil barriles diarios de crudo ligero que puede ser combinado con el crudo del Ecuador o Colombia, para llegar a operar a los 95 mil barriles diarios, su máxima capacidad.
Con una producción promedio de 12 mil barriles diarios (12 MB/DC) de petróleo ligero, y 9 millones diarios de pies cúbicos de gas natural (9 MMPC/DC) este lote resulta de fundamental importancia para la mayor rentabilidad de PetroPerú como empresa integrada, como lo expresan consultoras de reconocido prestigio.
Durante la gestión del exministro Oscar Vera, que ha cometido una serie de errores en su gestión, con patinadas políticas por falta de un serio asesoramiento, se transfirieron los lotes I explotado antes por Graña y Montero, el lote VI explotado antes por la filial china Sapet y el lote del Zócalo Continental Z-2B ahora denominado Z-69 a PetroPerú. Fueron transferidos solamente por dos años, y antes del 2026 serán privatizados como lo exige la “Sociedad Peruana de Hidrocarburos”.
Por tanto, el pecado capital del exministro desaforado por la dupla Boluarte/Otárola ha sido apostar por la integración vertical de PetroPerú y su fortalecimiento, en una coyuntura crítica para la empresa y el país. Este es el significado de su retiro, un cambio de timón respecto a la política petrolera y el rol de PetroPerú, que no es una empresa quebrada como sostienen los “espadachines a sueldo” del capital privado.
Es tal vez en la historia de PetroPerú su momento más crítico, donde han coincidido “más de siete plagas”. El retardo en la licitación de las inversiones en las unidades auxiliares y complementarias; el cierre de la vieja refinería de Talara en el 2020, 2021, 2022 y buena parte del del 2023, donde PetroPerú tenía que comprar combustibles a precios altos para abastecer el mercado interno, incluso asumiendo pérdidas económicas.
A ello debe sumarse la incapacidad de pago a los proveedores que básicamente son las empresas que le venden combustibles, y petróleo extraído en Talara. El cumplimiento a tiempo con sus acreedores financieros que con bonos en las manos exigen sus intereses. El capital de trabajo negativo donde los pasivos corrientes son mayores que los activos corrientes, y otras consideraciones más. Las consecuencias de la guerra Rusia y Ucrania y la volada de los precios de los combustibles importados, sumado a ello la “pésima administración” de PetroPerú en los primeros meses del corrupto gobierno del presidente Pedro Castillo.
UN EMPRESARIO DE MINISTRO
En este contexto el cambio de un ministro de Energía y Minas, alto funcionario de PetroPerú pero trabajador de la empresa por un empresario minero como el Ing. Rómulo Mucho Mamani tiene un profundo significado, constituye un cambio de rumbo que tendrá consecuencias en la agencia de contratos como PerúPetro y en la administración de PetroPerú, donde está más que cantada la salida de sus máximos dirigentes, me refiero a los presidentes del directorio de las respectivas empresas públicas.
El Ing. Mucho Mamani es un exitoso empresario puneño, que viene de abajo, que como ingeniero de minas formado en la universidad del Altiplano, tuvo la oportunidad de formarse también en el extranjero, y tiene una empresa proveedora de los servicios de explosivos que está ligada a los grandes proyectos mineros.
En la década de los noventa del siglo pasado fue fundador de “Perú Posible” y como congresista elegido en el corto período del 2000/2001 como presidente de la Comisión de Energía y Minas del Congreso de la República fue un protagonista central en la promulgación de la “Ley General del Canon”, que sistematizaba las transferencias del canon minero, petrolero, gasífero, forestal, pesquero entre otros.
Por tanto, como provinciano, empresario exitoso, también profesor de la UNMSM en la facultad de minas está identificado con el Perú, y sobre todo con la promoción de las inversiones mineras. Prueba de ello fue su desempeño como Vice Ministro de Minas en el período 2005 durante el gobierno de Perú Posible siendo ministro el Ing. Glodomiro Sánchez, promotor de la ley de las regalías mineras y de la positiva ley del “Cierre de Minas”.
Por tanto, como exitoso empresario minero, conspicuo miembro del “Instituto de Ingenieros de Minas” y de la “Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía” tiene ya una posición asumida respecto al futuro de PetroPerú. Su reestructuración empresarial que en el lenguaje económico significa el retiro de PetroPerú de las operaciones de explotación de crudo.
Siendo ahora mayoría en la “Junta de Accionistas” el Ministerio de Economía y Finanzas con el 60 % de las acciones, con un cuestionado ministro como José Arista acusado de los delitos de peculado, negociación incompatible, colusión y abuso de autoridad cuando era autoridad regional, podemos deducir el futuro de PetroPerú.
Sin lotes petroleros propios, sin aportes de capital de su principal accionista, sin garantías crediticias del Estado que le permitan obtener a PetroPerú menores tasas de interés en su endeudamiento con la banca privada, estamos sino ante la liquidación de la petrolera estatal, frente a su reducción a su mínima expresión, a pesar de la rentabilidad probada de la Nueva Refinería de Talara.
Diario Uno, 17.02.2024
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