El gobernador de Idaho pone fin a la payasada de múltiples géneros y ha promulgado una ley que declara explícitamente que sólo hay dos géneros, masculino y femenino, en medio de la propaganda LGBTI, que en los países occidentales promueve la existencia de géneros según la conducta de la gente.
El gobernador republicano de Idaho, Brad Little, promulgó el proyecto de ley 421 de la Cámara de Representantes, con mayoría republicana, en una votación de 54 a 14 en febrero y aprobada por el Senado controlado por los republicanos en una votación de 26 a 8 el 10 de abril, que modifica la ley del estado de Idaho para establecer una definición del término “sexo”, aclarando que sólo existen dos géneros: masculino y femenino. Todos los demócratas de ambas cámaras votaron en contra del proyecto de ley, mientras que un republicano del Senado y tres republicanos de la Cámara rompieron con su partido para oponerse.
La definición del sexo como “masculino o femenino” bloquearía a las entidades gubernamentales que obligan a los empleados a utilizar títulos o pronombres personales preferidos que no se correspondan con el sexo biológico de las personas, informa el diario Idaho Capital Sun.
Como se sabe, en los Estados Unidos cuando un hombre se disfraza de mujer o se opera para parecer mujer, “se ofende” si se le dice la verdad, que es hombre, y puede denunciar argumentando “odio”, lo cual ha conseguido una serie de despidos, desde profesores a otro tipo de trabajadores. Con esta ley, los ciudadanos ya no estarán obligados a mentiry decirles “señora” o “señorita”, “ella”, sino lo real: “señor”, “él”, “hombre vestido de mujer”, etc.
Al enfatizar que “la igualdad legal de los dos sexos no implica que los sexos sean idénticos entre sí o iguales en todos los aspectos”, el proyecto de ley señala que “instalaciones, alojamiento o alojamiento separados, o equipos, programas o ligas deportivas establecido u organizado de acuerdo con las diferencias físicas entre los sexos no constituye un trato desigual ante la ley”, y agrega: “Las diferencias físicas entre hombres y mujeres son duraderas, y los dos sexos no son fungibles”. Es decir, por ejemplo, se puede establecer que los hombres disfrazados de mujer u operados para parecer mujer no ingresen a baño de mujeres, de lo cual debe tomar debida nota el Indecopi, que se atrevió a multar a un centro comercial por proteger a las mujeres impidiendo a estos hombres ingresar a los servicios higiénicos para mujeres: ¡El lcolmo! Centro comercial protegía a mujeres impidiendo a hombres vestidos de mujer ingresar a baño de damas e Indecopi lo multa
El lenguaje incluido en el proyecto de ley se aplica a “las leyes, reglas y políticas compiladas del estado de Idaho”. La medida define “sexo” como “el sexo biológico de un individuo, ya sea masculino o femenino”. Identifica a un hombre como “un individuo que ha tenido, tendrá o, de no ser por una anomalía genética o de desarrollo o un accidente histórico, tendría el sistema reproductivo que en algún momento produce, transporta y utiliza esperma para la fertilización”.
Mientras tanto, la legislación define a una mujer como alguien que “ha tenido, tendrá o, de no ser por una anomalía genética o de desarrollo o un accidente histórico, tendría el sistema reproductivo que en algún momento produce, transporta y utiliza óvulos para la fertilización”. Aclara que el término “niño” se refiere a “un varón humano menor de edad”, mientras que la palabra “padre” se usa para “un padre varón”.
Por otro lado, la medida establece que “‘niña’ significa una mujer humana menor de edad”, mientras que “‘madre’ significa una madre”.
“'Género', cuando se utilice para referirse a hombres, mujeres o las diferencias naturales entre hombres y mujeres, se considerará sinónimo de 'sexo' y no se considerará sinónimo de identidad de género, un sentido interno de género, experimentado, género, expresión de género o rol de género”, añade el proyecto de ley.
La legislación también reemplaza la definición anterior de sexo como “las características biológicas y fisiológicas inmutables, específicamente los cromosomas y la anatomía reproductiva interna y externa, genéticamente determinadas en la concepción y generalmente reconocibles en el nacimiento, que definen a un individuo como hombre o mujer” por la nueva definición en las leyes vigentes.
Una declaración de intenciones legislativa incluida al inicio de la legislación establece que “en los seres humanos hay dos, y sólo dos, sexos: masculino y femenino” y que “cada individuo es masculino o femenino”. Al enfatizar que “el sexo de un individuo puede observarse o verificarse clínicamente en el momento del nacimiento o antes”, la medida afirma que “en ningún caso el sexo de un individuo se determina mediante estipulación o autoidentificación”.
“Existe una confusión cada vez mayor sobre la definición de sexo como una verdad biológica y su relación con conceptos y términos, incluidos, entre otros, género, identidad de género, rol de género, expresión de género y género experimentado”, explica la legislación. "La confusión y las ambigüedades en torno a las definiciones de sexo, masculino, femenino y términos relacionados pueden obstaculizar los esfuerzos individuales para disfrutar de un trato igualitario ante la ley".
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