La autorización para el uso de la fuerza militar (AUMF, en inglés) de EE. UU. de 2001 no puede aplicarse a las actividades de Rusia en Europa, informaron este miércoles funcionarios de los departamentos de Defensa y Estado en una audiencia ante el Congreso.

 

soldados EEUU en Noruega

Los funcionarios, incluida la subsecretaria de Estado Wendy Sherman, respondieron "no" cuando los congresistas les preguntaron durante una audiencia en la Cámara de Representantes si la AUMF de 2001 puede aplicarse a la "agresión" de Rusia en Europa.

La Constitución de EE. UU. solo otorga al Congreso el poder de guerra.

Sin embargo, el legislativo otorgó al presidente amplios poderes de guerra con dos resoluciones: la AUMF de 1991 que le dio la potestad de decir usar la fuerza militar de EE. UU. en la Guerra del Golfo y la AUMF de 2001 que autorizó utilizarla contra los responsables de los ataques terroristas del 11 de septiembre.

Los sucesivos presidentes estadounidenses han interpretado ampliamente las dos AUMF para enviar tropas a países de todo el mundo, como Afganistán, Libia, Turquía, Georgia, Yemen, Yibuti, Kenia, Etiopía, Eritrea, Irak, Somalia, Filipinas, Cuba y los Balcanes.

 

Con información de Sputnik

Hay posibilidad de confiscación de bienes y activos de los rusos sometidos a sanciones en Alemania, advirtió el miércoles un portavoz del Ministerio de Economía alemán en una rueda de prensa.

 

Ministerio Defensa DW

Explicó que hay dos prohibiciones en uno de los artículos del decreto de sanciones: la prohibición de la propiedad de activos y la prohibición de la provisión de fondos y, según dijo, "puede haber condiciones en las que sean necesarias las incautaciones para aplicar estas dos prohibiciones".

Al ser preguntado por el posible decomiso de yates de empresarios rusos, el representante del Ministerio comentó que las decisiones las tomarían las autoridades responsables en función de cada caso.

El vocero destacó que el Gobierno no tiene información sobre los activos en el país del presidente de Rusia, Vladímir Putin, y del ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que también figuran en las listas de sanciones de la Unión Europea y de países occidentales.

Putin anunció en la madrugada del 24 de febrero el lanzamiento de una "operación militar especial" en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al "genocidio" por parte de Kiev.

Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es "la desmilitarización y la desnazificación" de Ucrania. El mandatario ruso pidió a uniformados y civiles en Ucrania que no opongan resistencia a esa operación, y advirtió de que Rusia responderá de inmediato a cualquier fuerza externa que le amenace o se ponga en su camino.

Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.

Desde el 24 de febrero, las hostilidades en Ucrania han causado la muerte de 136 civiles y han dejado heridos a otros 400; unos 677.000 ucranianos han buscado refugio en los países vecinos, según la ONU.

Ucrania rompió las relaciones diplomáticas con Rusia, impuso la ley marcial en todo el territorio nacional, además del toque de queda en Kiev y otras ciudades, decretó la movilización general e instó a la comunidad internacional a activar "todas las sanciones posibles" contra el líder ruso.

Numerosos países condenaron en términos enérgicos la intervención de Rusia en Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que, por vez primera, se extienden al presidente Vladímir Putin y al ministro de Exteriores Serguéi Lavrov, prevén la desconexión parcial de Rusia del sistema SWIFT, el cierre del espacio aéreo para las aerolíneas rusas y la paralización de las reservas internacionales del Banco Central de Rusia.

 

Con información de Sputnik