Por Amy Goodman y Denis Moynihan
Llevó una semana, pero los docentes de las escuelas públicas de Los Ángeles ganaron la batalla. Más de 30.000 docentes y personal escolar, miembros del sindicato “Docentes Unidos de Los Ángeles” (UTLA, por su sigla en inglés), se declararon en huelga por primera vez en 30 años, en demanda de más recursos para sus aulas, personal auxiliar y de biblioteca en cada escuela, grupos más pequeños por clase y mejores salarios. Tanto al sol como bajo la lluvia, estudiantes, madres, padres y otros aliados se unieron a los piquetes y manifestaciones convocadas por los maestros. El martes, el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) —el segundo mayor distrito escolar del país, del cual casi tres cuartos de sus estudiantes son latinos— acordó satisfacer las demandas de los docentes en huelga. Las clases se reanudaron el miércoles. Esta importante huelga también se suma a una ola de medidas similares llevadas a cabo en todo el país por docentes que luchan contra el intento de los intereses corporativos de privatizar la educación pública.