perro amo desmayadoQué triste es saber que en las calles de centenares de poblaciones en Venezuela, deambulan cada día más y más animales domésticos en estado de abandono, buena parte de ellos padeciendo diversas enfermedades producto de la desnutrición, de la falta de atención higiénica y médica regular, del rigor climático y del maltrato de personas malévolas. Se entiende la difícil situación económica del país, caracterizada entre otras cosas, por el elevadísimo precio de los alimentos y de las medicinas tanto para humanos como para animales, pero, ¿esto justifica que se abandone a un animalito, que tanta alegría da a su “propietario”-amigo?, ¿acaso no hay alternativas más baratas en cuanto a la alimentación?, ¿hasta cuándo se depende en este sentido de los productos de la gran industria alimentaria?, ¿con qué se alimentaba a perros y gatos en el pasado remoto, cuando no existían ni la perrarina ni la gatarina, por ejemplo?, ¿para qué se tiene un animal si se le va a echar a la calle tarde o temprano?

Laura Zamarriego Maestre*

Cada invierno, desde 1971, los máximos dignatarios políticos y empresariales del mundo pasean por la estación de esquí de Davos. Este año, han sido 40 los jefes de Estado que han asistido al Foro Económico Mundial, de un total de 2.500 participantes, en una edición que ha tenido como objeto de debate el “Liderazgo responsable y receptivo”. Una proclama un tanto imprecisa que, sin embargo, ha revestido con un aura distinta esta ‘montaña mágica’ -como la bautizó el escritor Thomas Mann- de los Alpes suizos. Preocupaciones que nunca antes habían sido centrales en la reunión de la élite capitalista pro globalización por excelencia han eclipsado el debate en este recién estrenado 2017. Hablamos de conceptos como el populismo, la desigualdad, la reformulación del capitalismo o el desarrollo sostenible.

Davos