Alan García y un mensaje presidencial para el olvido
Alan García y un mensaje presidencial para el olvido
Por Juan Sheput
No podemos negar que el presidente García empezó bien su mensaje. Un compromiso con la democracia y la promesa de no intervenir en el próximo proceso electoral, cuya convocatoria fijó el 10 de abril como fecha de elecciones, nos hicieron sentir, por un momento, que estábamos al frente de un discurso digno de un estadista. Pero poco a poco la realidad se impuso. La confrontación asomó en el discurso y el presidente García optó por romper lo que había prometido minutos antes y se dedicó a lanzar puyas e indirectas a los miembros del partido nacionalista.
Por Juan Sheput
No podemos negar que el presidente García empezó bien su mensaje. Un compromiso con la democracia y la promesa de no intervenir en el próximo proceso electoral, cuya convocatoria fijó el 10 de abril como fecha de elecciones, nos hicieron sentir, por un momento, que estábamos al frente de un discurso digno de un estadista. Pero poco a poco la realidad se impuso. La confrontación asomó en el discurso y el presidente García optó por romper lo que había prometido minutos antes y se dedicó a lanzar puyas e indirectas a los miembros del partido nacionalista.