Hasta la inercia se acojuda*
Herbert Mujica Rojas
Díceme un amigo de inteligencia potente que las cosas se caen de puro maduras. De repente eso ocurre en alguna nación civilizada pero en un país bananero como el nuestro, pleno en historiadores plásticos, rico en políticos de nivel zoológico, colmado de intelectuales a la carta, premunido de organizaciones de nuevos gángsteres que han hecho del mercenarismo al mejor postor un apostolado, abarrotado de brutos con miles de diplomas pero que ignoran todo salvo aquello por lo que le dictan que diga y parafraseando al viejo alcalde capitalino quien se refirió al proceso de cojudización de la gripe, afirmo: en Perú hasta la inercia se acojuda. Nada viene solo si no es por acción y empuje.