Por Wilfredo Pérez Ruiz (*)

En pocos días termina el mandato del alcalde de Lima. Según las novísimas encuestas de Ipsos Perú, cuenta con el 76 por ciento de rechazo y, únicamente, un 20 por ciento lo aprueba. De esta forma, asistimos a la culminación de la administración que apadrinó la célebre consigna popular “roba, pero hace obra”.

Por Rubén Alexis Hernández

Cuando estoy con mi hijo pequeño es fácil darse cuenta de la hermosa inocencia de los niños, esa que por desgracia para la vida en el planeta no tenemos los adultos. Inocencia que se refleja en el constante sonreír, en la tierna mirada, en la ausencia total de maldad y en el permanente deseo de jugar; inocencia infinita que brota de cada poro de la piel de mi pequeño; inocencia que me hace recordar con nostalgia mi propia niñez. Tener la oportunidad de estar con mi hijo y poder jugar con él a las escondidas o a las encestadas, por ejemplo, es tan maravilloso y mágico que hace que valga la pena vivir, sólo para tener la oportunidad de seguir disfrutando de su compañía y de reír a su lado, al menos mientras aún conserva la inocencia.

Termina ya el año políticamente más intenso y sorprendente de lo que va del siglo en el país. Los resultados del referéndum del 9 de diciembre pasado, consagraron una victoria indiscutible del Presidente, por extensión de su gobierno, en la consulta ciudadana que lanzaran meses atrás. Los votos válidos por el Sí (conformación de la Junta Nacional de Justicia, regulación del financiamiento de partidos y prohibición de reelección inmediata de parlamentarios) estuvieron por encima del 85% en la gran mayoría de regiones, superando el 90% en siete de ellas, mientras el No a la bicameralidad fue más contundente aún y estuvo por encima de ese porcentaje en trece departamentos del país.

Por Jans Cavero*

El Gobierno presentó al Congreso el proyecto de Ley Orgánica de la Junta Nacional de Justicia, organismo constitucionalmente autónomo que reemplaza al extinto Consejo Nacional de la Magistratura. La función principal de la junta será la selección, nombramiento, ratificación, y destitución de jueces y fiscales de todos los niveles. Asimismo, aplicará la sanción de amonestación y suspensión de jueces y fiscales supremos, siendo competente además para designar al jefe de la RENIEC y ONPE.

El presidente Martín Vizcarra debe ser uno de los peruanos más satisfechos en estos días. Los resultados del referéndum han significado su legitimización en el Poder Ejecutivo. El sur –en especial– le ha dado un poderoso espaldarazo en las urnas a su propuesta por el SÍ, SÍ, SÍ, NO. En Moquegua, su cuna, se registró uno de los porcentajes más altos a nivel nacional por el SÍ a las tres primeras consultas. La acompañaron con más del 90% de votos válidos por esta opción: Ayacucho, Apurímac, Cusco y Puno. Y más del 90% votó por el NO a la cuarta consulta en Moquegua, Tacna, Arequipa, Cusco y Puno.

Por Jans Cavero*

Culminó el referéndum con un resultado contundente e incuestionable. Podría realizarse una evaluación multidimensional del proceso desde diversos enfoques interpretativos, sin embargo, considero fundamental ingresar al debate público sobre las acciones que como ciudadanía, organizaciones políticas y sociales, debemos agendar. La consigna es muy simple, aunque su operatividad algo compleja: Se requiere un nuevo pacto social, otra Constitución Política, capaz de instaurar las reformas que exige la gobernabilidad del sistema político peruano.

Por Herbert Mujica Rojas

Se produce en Perú un fenómeno político interesante: un Congreso fue fulminado por el referéndum del 9 porque el pueblo votó contra la reelección inmediata de legiferantes y se opuso a la bicameralidad porque intuyó claramente que los burros sagrados pretendían colarse a un Senado que no fue.