bolichera pescaJuan Rebaza Carpio

La pesca artesanal es la aportante principal del pescado fresco a los mercados populares y para la difusión de nuestra gastronomía, utilizando pequeñas embarcaciones (botes, chalanas, etc.), que por su simple tecnología y escasa capacidad extractiva, no representa riesgo para la preservación de nuestros recursos en las primeras millas marinas.

 En la dilatada confrontación entre las pescas artesanal, que genera alimentación, preservación y miles de puestos de trabajo, y la industrial, que en su afán mercantilista prefiere alimentar animales, depreda y contamina, está expuesta la intención de buscar el desarrollo responsable y ordenado para el bienestar de las grandes mayorías, frente a quienes no les interesa eliminar las desigualdades, ni respetar la naturaleza, menos preservar nuestros recursos marinos.
 
La pesca artesanal es la aportante principal del pescado fresco a los mercados populares y para la difusión de nuestra gastronomía, utilizando pequeñas embarcaciones (botes, chalanas, etc.), que por su simple tecnología y escasa capacidad extractiva, no representa riesgo para la preservación de nuestros recursos en las primeras millas marinas, exponiéndose con claridad la competencia entre el verdadero artesanal, las aves y mamíferos marinos por el alimento y supervivencia.

La transición entre el océano y el continente se produce en las zonas costeras, donde el afloramiento ocurre por efecto del transporte de agua superficial, causando divergencias de flujo, que por su intensidad y ricas en nutrientes, provocan que estas zonas de la costa sean muy productivas, sirvan como áreas de alimentación, y sean soportes de las más grandes pesquerías. Además, los desoves absolutos de la especie anchoveta durante el año, especialmente en los meses de febrero y octubre, permiten a las hembras expulsar hasta 20 mil huevos en cada oportunidad, para lo cual se refugian en zonas costeras.

Lamentablemente la actividad industrial harinera no respeta las zonas de reservas, donde la anchoveta se reproduce mayoritariamente, resultando insólito que embarcaciones de alta tecnología con gran capacidad de almacenaje, y mayoritariamente sin refrigeración, pretendan pescar cerca de las playas de las costas, donde alteran la reproducción anchovetera, y conmueven negativamente el ecosistema marino; y con tal propósito se confunde a la opinión pública intentando hacer creer que el molido y quemado de pescado para convertirlo en harina, es la principal y primordial actividad pesquera de nuestro país, además de explotar y quitar al pescador sus derechos laborales, otorgándoles míseras remuneraciones y pensiones. Los industriales pesqueros, apelan a la desinformación y al lobby, para generar corrientes de opinión a su favor, utilizando a cuestionados personajes, como últimamente ha ocurrido con Pedro Pablo Kuczynski y Cecilia Blume, quien como miembro del directorio de una empresa industrial, demuestra su total ignorancia pesquera, al afirmar que la anchoveta que no se pesca en la zona costera, se muere o se pasa a Chile.

Para la mayoría de nuestros gobiernos, lamentablemente siempre ha primado el contrasentido de respaldar los intereses económicos de una élite empresarial, postergando los grandes intereses de las mayorías del país.
 

Diario Uno, 16.08.2014

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