Gaston Pacheco 2La informalidad impide el crecimiento y el desarrollo, limita la generación de empleos e impide la reducción de la pobreza.
 
El Perú ostenta uno de los más altos índices de emprendedurismo, reflejo de la disposición de los peruanos para luchar y salir adelante. Lamentablemente, la carga que representan los tributos, sobrecostos laborales y regulaciones excesivas, ahogan esas iniciativas, llevando a miles de emprendedores a la informalidad que es la gran enemiga del país, declaró el presidente de Asociación de Exportadores (ADEX), Gastón Pacheco.

 Indicó que al emprendedor peruano lo guía la necesidad y por eso busca con tenacidad y creatividad  oportunidades para salir adelante y proveer de alimentos, vivienda y educación a sus familias. “Esta realidad nos impulsa a hacer propuestas. Es importante trabajar de la mano con el gobierno para destrabar la maraña de normas, procedimientos y barreras que originan una informalidad enorme y perniciosa”, dijo.
 
En efecto, de acuerdo al reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática  (INEI) del 2012, el 87% de las unidades productivas son informales, 6.9 millones de un total de 7.9 millones de unidades productivas. La otra cara de la informalidad es que de una Población Económicamente Activa Ocupada –PEAO- (15.5 millones de personas),  el 74.3% (11.5 millones) son informales y no gozan de ningún derecho laboral.  

“Son millones de peruanos y miles de empresas, atrapadas en un insalvable muro de obstáculos  que los sume en el círculo vicioso de la pobreza, por ese se requiere de la decisión política y valentía para luchar contra la informalidad y generar puestos de trabajo dignos”, explicó Pacheco.

Señaló que la empresa es el principal agente del desarrollo económico y de la creación de empleo, por lo que si ésta sufre de baja productividad, no es competitiva, no accede a buenos mercados ni a precios atractivos y no puede pagar buenos salarios a sus trabajadores ni crecer.

En las regiones con mayores niveles de informalidad -como Apurímac y Huancavelica, con más del 90% de informalidad laboral, no hay actividad empresarial y la pobreza supera el 50%.
 
“Si trabajamos de forma conjunta con el Estado y logramos cambiar el significado de la formalidad, para que deje de representar exclusión y sobrecostos y pase a significar inclusión y seguridad, sólo entonces esos emprendimientos podrán consolidarse y pagarán mejores salarios, dando a sus trabajadores condiciones laborales dignas”, refirió.

A manera de ejemplo y a fin de evidenciar la precaria situación del trabajador informal, Pacheco refirió que según el INEI, mientras que un  trabajador formal del sector minero recibe una remuneración promedio de S/. 3,650, el trabajador informal recibe S/. 315, menos de la mitad que la Remuneración Mínima. “Esta situación debe cambiar”, concluyó.