Por Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.

Buenos vientos se avizoran para nuestra economía para el 2018 con el inicio de nuevos proyectos mineros de mediana dimensión como Pampa de Pongo, Mina Justa, Corani y el proyecto de dimensión mundial Quellaveco, que iniciaría su construcción en el segundo semestre. Se espera también un anuncio importante en el proyecto Tía María.

Las analistas indican que el próximo año creceríamos 3.9%, y los más optimistas, 4.2%, debido a los mejores precios de materias primas que elevan la inversión en exploración minera, así como al mejor ánimo que se vive en nuestro país lo que impulsaría la demanda interna. Asimismo, China, el mayor consumidor mundial de cobre y nuestro mayor socio comercial, viene teniendo una recuperación mejor de la que se esperaba, tras la desaceleración que sufrió en 2014 y 2015.

Del mismo modo, para el beneficio del país, esperamos que el precio del oro se mantenga cercano a los US$1300 por onza y evitar el riesgo de que se invierta la tendencia alcista, como anuncian algunas entidades financieras. Como se sabe la fortaleza del dólar precipitó la caída del precio del oro, sin embargo, se aguardan las decisiones de las políticas monetarias de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) y del Banco Central Europeo (BCE) para el 2018.

De otro lado, como gremio profesional, que promueve la minería responsable, saludamos los esfuerzos realizados por el Estado este año para combatir la minería ilegal en Madre de Dios, con la destrucción de equipos y maquinarias utilizados para la extracción de oro; sin embargo, creemos que son necesarias nuevas medidas que ataquen este problema enfocándolo no solo como un problema ambiental, sino también con una mirada económica y social.

Es imprescindible la mano dura contra esta mafia pero también brindar soluciones viables que permitan nuevas alternativas de trabajo a las personas que se ven forzadas a depender de esta actividad.