La caída de Lima en poder de las tropas chilenas vista en otras latitudes

Por: Ángel Arturo Castro Flores

Crl. EP “R” y Comunicador social.
 
Este 17 de enero se cumplen 131 años de la toma de Lima por tropas chilenas, después de bombardear, saquear y destruir Chorrillos el hermoso balneario del Pacífico, y de las batallas de San Juan y Miraflores. En esta última línea de resistencia, la propia población civil defendió la capital entregando su vida en actos de heroísmo que han quedado para la posteridad. Odio, rencor, envidia y resentimiento. ¿Qué fue?

Los relatos de personajes que estuvieron presentes en esa conflagración, que en algunos casos participaron y vivieron estos acontecimientos en carne viva, y en otros fueron observadores, nos permiten establecer, que lo sucedido en Chorrillos  en poder de la soldadesca chilena, no tienen parangón en la historia mundial. Ni perdón.

Queremos a continuación anotar parte de la percepción de tres personajes de distinta nacionalidad, sobre la destrucción del hermoso balneario de Chorrillos. Veamos lo que relata Justo Abel Rosales, oficial chileno del Regimiento Aconcagua, en "Mi campaña al Perú: 1879-1881", p. 35-36 (  ) explica así:

“Casi todos nos acostamos en el pasto. Los soldados que habían quedado dispersos (...) Con todo esto la algazara que se formó entre los soldados fue cundiendo a medida que iban pasando larguísimos tragos del exquisito pisco (...) En el pueblo la borrachera subió de punto. Los soldados mataban, saqueaban y bebían a discreción (...). Desde ese puesto de avanzada sentíamos la bulla de la soldadesca ebria del infeliz pueblo de Chorrillos. El incendio parecía crecer más cada momento. Esa fue la noche triste de Chorrillos (...)”

El Sub jefe del Estado Mayor del Ejército peruano Víctor Miguel Valle Riestra, quien participó en esta batalla infeliz, nos relata este hecho execrable de la siguiente manera:

“El jefe u oficial que intentara contener a sus soldados, era victimado sin compasión. Había que dejarles que incendiaran el último rancho, que se consumiera la última botella de licor. No podían los rotos permanecer arma al brazo cuando tan cerca tenían la remolienda, es decir, el saqueo, el incendio y el licor. Los centinelas abandonaban sus puestos. El ejército chileno no existía. Era una manada de fieras embrutecidas que rodaban por el suelo como odres llenos de alcohol”.

Por su parte el Capitán de Fragata inglés William A. Dyke Acland, citado en "Opiniones Controversiales (Borges, Palma Mariátegui)", describe este hecho de la siguiente manera:

“Tan pronto terminó la lucha, las tropas irrumpieron en las tabernas y las tiendas que vendían aguardiente, se emborracharon rápidamente y perdieron el control de sí mismos, y se dio lugar a escenas de destrucción y horror, que yo creo ha sido raramente visto en nuestros tiempos; las casas y las propiedades fueron destruidas, los hombres discutían y se disparaban entre ellos como medio de diversión, las mujeres fueron violadas, los civiles inocentes fueron asesinados”.

Sin embargo, deseamos complementar esta percepción, con la posición informativa respecto a la guerra, que adoptaron algunos diarios chilenos y extranjeros de la época y que son poco conocidas por la opinión pública nacional. Presentamos a continuación parte de los editoriales de esos medios impresos, publicados en esas horas aciagas, para que puedan comprender  e interpretar el contenido de sus mensajes.

No es nuestra intención revivir hechos siniestros, ni rencores, ni viejos odios que dejó esta infausta guerra, sin embargo, consideramos importante resaltar la publicación que hicieron algunos periódicos de un hecho tan importante como la caída de Lima en poder de las tropas chilenas. Un hecho de esa naturaleza no puede ni debe pasar desapercibida, dada la importancia y grandeza que tenía Lima como capital del Perú en esa época y lo que en el futuro le depara el destino.

Dentro de los diarios chilenos de esos años está El Ferrocarril de Santiago del 20 enero de 1881, publica en su editorial con el título ¡Viva Chile!  “Honor al Ejército vencedor de Lima”

(…) “En la orgullosa ciudad de los Virreyes flamea ya el tricolor chileno y nuestro himno nacional, entonado en sus calles y plazas por las vencedoras huestes de Chorrillos, Miraflores y la Palma, anuncia a la América y el mundo que ha terminado la heroica epopeya del Pacífico.

 “Lima ha sucumbido. El destino inexorable se ha cumplido para la pérfida ciudad, foco de las traidoras maquinaciones que amagaban nuestro bienestar y nuestro engrandecimiento (…). El dictador Piérola ha buscado también la salvación en vergonzosa fuga. No ha sabido siquiera rescatar con gloriosa muerte la tremenda responsabilidad de una resistencia”. (1)

El Mercurio del 20 de enero de 1881, en su editorial “La gran victoria del pueblo” consigna las siguientes frases:

“¡Pueblo de Chile! Dios, el Dios de las victorias, ha coronado tu obra. Porque estas batallas titánicas que han enrojecido dos veces la planicie de Lima, son tus batallas, son tus victorias”.
 
”Porque tú desde la primera hora adivinaste dónde estaba el sendero, y sin cesar gritaste a tus conductores, a tus capitanes, a tus soldados: ¡A Lima! ¡A Lima! ¡A Lima! Este grito ha sido durante dos años tu único programa político entre los políticos, tu único plan de campaña entre los estratégicos. Era la voz de las entrañas de tu suelo, que recordaba su historia, que adivinaba, que reclamaba a voces su porvenir ineludible”. (2)
 
Diario La Patria de Valparaíso, 20 de enero de 1881. En su editorial “El gran triunfo” consigna lo siguiente:

¡Cayó Lima!   “La ciudad que no supo defenderse como sus escritores aseguraban, que no supo ser tumba, porque carecía del valor que hacer  mártires y héroes, ha caído bajo el brazo que había capturado antes sus mejores plazas de guerra, sus más hermosas ciudades, sus campos de batalla, sus banderas y sus soldados…”.

¡Cayó Lima!  “Tuvo tiempo para organizar su defensa, tiempo tuvo para convertirse en cuartel, disciplinarse, aprender a pelear y aprender a morir. Tuvo oro, hierro, pólvora, trincheras, jefes, ingenieros, fe, patriotismo, proclamas; y sus proclamas, su patriotismo, su fe, sus legionarios, sus jefes, sus trincheras, su pólvora, su hiero y su oro acaban de ser batidos por el huracán de nuestro ejército”. (3)

El diario La República de Buenos Aires del 20 de enero de 1881, en su editorial titulado “LA VICTORIA Y LA CONQUISTA” expresa:

“¡Lima ha caído! Ha luchado sola la Ciudad de los Virreyes  con Grau y con Piérola, y ha sido vencida (…)”.

“¿Y bien que hará Chile? Chile queda dueño desde el Estrecho hasta el Ecuador por ahora, y cuando imponga la conquista y anuncie la paz, quedara como dueño hasta Camarones, es decir, con una costa marítima más extensa que la del mismo Brasil en el Atlántico. Y como el Ecuador ni Colombia tienen escuadra Chile dominará desde el Estrecho hasta el istmo de Panamá”. (4)
 
El Plata de Montevideo del 24 de enero de 1881, en su editorial titulado  ¡LIMA! ¡SADOWA! Expresa lo siguiente:
 
“Después de la expedición Lynch que recorrió impunemente, con una división ligera, populosas provincias del Perú, era manifiesto que la fibra popular estaba muerta. Se ha fatigado en medio siglo de anarquía; se ha destemplado con la herrumbre inveterada del militarismo”
 
(…) “Se recordaban los antecedentes de Piérola, conspirador perpetuo, sublevando batallones, alzándose con naves de guerra, trabando los más nobles esfuerzos de regeneración civil en su país”
 
¿Qué ha sido de Piérola? ¡Desaparecido! Dicen los telegramas con su desesperante laconismo.  ¿Ha huido? ¿Se ha refugiado en el Callao? ¿O ha caído entre las ruinas de sus fortalezas, bajo las mismas piedras que aplastaban a sus enemigos? (5)
 
En el editorial del diario El Heraldo de Montevideo del 25 de enero de 1881, bajo el título “LA TOMA DE LIMA” publicó los siguientes conceptos
 
“La guerra está, pues, concluida, dejando al Perú a merced del vencedor. La gloria militar de Chile en esta guerra es grande, sin duda, pero no está exenta de hechos bárbaros, de violencia y de crueldad, que acompañan su fama y lo han hecho antipático a toda la América que, después de haber acompañado al Perú con sus votos platónicos y estériles, lo verá con tristeza caer postrado a los pies de su valiente vencedor”
 
“Pero si abusando de la fuerza, impone condiciones humillantes e insoportables al Perú; si convierte esta guerra criminal, de intereses mercantiles, en guerra de usurpación y de conquistas, su triunfo solo habrá servido para infamarlo, y el anatema del mundo civilizado pesará eternamente sobre su nombre”. (6)
 
Por su parte el diario El Times de Londres del 22 de enero de 1881 en su editorial “LA TOMA DE LIMA”, en un claro apoyo a las fuerzas chilenas expresó:
 
“La guerra entre Chile y el Perú ha dado por resultado la derrota completa de los últimos y la capital peruana se encuentra ahora en manos de los chilenos. Los habitantes de Lima y Callao han hablado mucho sobre gastar su último peso y derramar su última gota de sangre en la contienda y sentirán repugnancia en reconocer, que han sido derrotados en una lucha con un país que suponían inferior en recursos”.
 
“Los chilenos son, sin embargo, gente práctica, que nunca han cometido errores tan comunes en los otros países sudamericanos. Nunca han sentido inclinaciones para hacer la guerra a sus vecinos. Se han ocupado siempre, con preferencia, de sus propios negocios y cumplido todos su compromisos”. (7)
 
En otro editorial de este mismo diario publicado el 25 de enero de 18881, bajo el título “LA GUERRA DEL PACÍFICO”
 
“Se ha asegurado que el éxito de Chile es debido a oportunas medidas que tomó para asegurar su triunfo, su temprana preparación, se ha tomado como evidencia de su larga premeditación de su parte. Pero las victorias de Chile pueden con seguridad atribuirse a otras causas”.
 
“Al principio de las hostilidades, nada había más claro para los espectadores, suponer de que el Perú con un territorio más extenso, una población mayor y una reputación inagotable, tuviera la mejor parte. Pero no se había considerado suficientemente de que Chile es en todos respectos, un Estado mejor organizado; que sus finanzas se encontraban en situación más próspera; y que el gobierno tenía su más fuerte apoyo en los recursos de su país y en las simpatías de su pueblo”. (8)
 
Por su parte el diario francés La Flandre de Libérale del 26 de Enero 1881 que titula a su editorial “LA SUPERIORIDAD DE CHILE”
 
“La guerra entre Chile y Perú, aliado de Bolivia, toca a su fin. Las últimas derrotas de las tropas peruanas, la rendición de Lima y el Callao hacen inútil toda resistencia ulterior”. “(…) Sin embargo, hay útiles lecciones que aprovechar de esos acontecimientos que han tenido lugar en países lejanos”.
 
“Se las encuentra en el examen de las causas que han valido su superioridad a Chile. Entre todas las repúblicas sud-americanas, Chile es la única que ha gozado siempre de los beneficios del orden y de la tranquilidad.  En las demás repúblicas, las facciones se disputan la autoridad, con las armas en la mano; la guerra civil reina en permanencia en el seno del Estado”. (9)
 
Cada uno de ustedes amables lectores podrá sacar sus propias conclusiones de lo que hemos expresado y transcrito de los diarios de la época. Reiteramos, no es nuestra intención revivir hechos luctuosos y dolorosos, que nuestros antecesores vivieron, sufrieron y es una carga sentimental hasta el presente.

Pero, tampoco podemos permanecer indiferentes ante la amenaza que representa el hecho conocido por todo la opinión pública nacional  e internacional, sobre la carrera armamentista que ha emprendido Chile desde hace una década, gastando ingentes cantidades de dinero para compra de armas, que bien podrían haber sido invertidos para superar la pobreza que vive el pueblo chileno.

Finalmente nuestro propósito es despertar en nuestros líderes políticos, gobernantes, empresarios y pueblo en general, el sentimiento patriótico que con seguridad duerme en su interior.  Los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla. El hombre es el único ser que tropieza dos veces con la misma piedra o roca. Estos lamentables hechos, nunca más deben volver a repetirse, es nuestra voluntad impedir estos hechos.

 

Notas (1) al (9): La Prensa limeña en la guerra con Chile. Ángel Arturo Castro Flores. Fondo editorial de la UAP. Octubre 2008, primera edición.

Arturo. Recomienda visitar http://amaruperu.blogspot.com y http://cristaldesensaciones.blogspot.com

 

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