Cuando perder y olvidar se convierten en sinónimos, es muy difícil hacerle frente a la realidad. Aceptar que la memoria, esa herramienta tan preciada y a la que podemos recurrir una y otra vez en busca de innumerables desafíos, recuerdos o incluso de consuelo; esa constante que nos convierte en quienes somos, pueda llegar a deteriorarse hasta el punto de necesitar una dependencia constante de los demás, es tan duro para aquellos que lo sufren como para los que asumen el papel de cuidadores.
Fiebre alta y persistente en niños y adultos mayores puede ser signo de golpe de calor
Si su hijo presenta fiebres altas (39 ºC a más), piel seca y llanto persistente podría ser víctima del golpe de calor; estado que afecta a niños menores de 18 meses y también a adultos mayores, cuando la temperatura y la humedad ambiental se incrementan bruscamente.