Muerte por caos político
Por Milcíades Ruiz
La tragedia del velorio de Ushua-Ayacucho, alerta una vez más sobre la necesidad de las Buenas Prácticas Agrícolas para evitar la contaminación fatal de los alimentos. Es una pena que el afán de lucro capitalista haya penetrado profundamente hasta lo más recóndito de nuestra patria, destruyendo los procesos productivos naturales y creando dependencia ligada a las empresas transnacionales que fabrican agroquímicos. Con la drogadicción de los cultivos comerciales se busca mayor competitividad en el mercado donde no hay escrúpulos morales.
La mayor productividad reduce los costos unitarios aunque el costo por hectárea sea igual, pues se obtiene mayor cantidad de kilos de productos en la misma extensión. Por consiguiente aumenta el margen de rentabilidad por hectárea pero a costa de daños en la salud vegetal y humana. Los insecticidas que son potentes venenos para los insectos plaga, extingue también a los insectos benéficos depredadores naturales de los insectos dañinos dejando indefensos a los cultivos ante las plagas resistentes. Estas desarrollan resistencias de sobrevivencia siendo necesario mayor cantidad de insecticidas y con mayor toxicidad para poder controlarlas.