Ser maestro en el Perú
Por José Luis Ayala
Ser docente de primaria o secundaria en el Perú es una vocación esencialmente humanista, pero, al mismo tiempo, significa una acción peligrosa y suicida. Los estudiantes de los centros de formación profesional lo saben. Sin embargo, pocos son los que realmente se forman como maestros por convicción y determinación expresa. La mayoría sabe que sus familias estarán limitadas por los miserables sueldos que recibirán durante treinta años de servicio. Sin embargo, muchos no alcanzarán a tener una pensión de jubilación decorosa, debido a que, de todos modos, el Estado atrapado en el sistema económico neoliberal y deshumanizado dejará de asignarles una mensualidad para que subsistan.