OSITRAN: al garete, desconcierto e ineficiencia
Herbert Mujica Rojas
No dejan de ser desopilantes y atrabiliarias las declaraciones de la presidente de OSITRAN, Patricia Benavente Donayre, a La República, el domingo 5. Acaba, según ella misma lo manifiesta, de descubrir recién, cuando ya empezó con largueza la segunda mitad de su mandato, que los principales obstáculos en su gestión son: la poca planificación para la entrega de los terrenos comprometidos a los concesionarios y el impedimento de participar por parte del regulador, en los procesos de arbitraje que plantean los concesionarios ante las sanciones que les imponen. Algún alma piadosa debería musitarle a Benavente que cuando el auto-bombo es majadero se expone al ridículo más inmisericorde.