Jorge sanchez (*)
A propósito que en los próximos días se celebrará una fecha que con el transcurrir del tiempo ha ido cambiando de denominación antaño la celebración del Inti Raymi, luego el Día del Indio, posteriormente Día del Campesino, pero así y todo persiste el paradigma del campesino pobre, ignorante, que necesita que lo apoyen y depende de las dádivas gubernamentales, casi lo miran como un menor de edad, no se asimila un campesino con estudios superiores, con manejo de las herramientas más sofisticadas y que sea capaz de conducir asociativamente organizaciones que producen, transforman, empacan su producción y además la comercializan al mercado interno y al externo y con el “valor agregado” digo yo, de hacerlo directamente y que sólo necesitamos oportunidades, equidad, acceso a los financiamientos, tierra y recurso hídrico como cualquier empresario.