Garatea debe reflexionar y obedecer
Por: Ricardo Sánchez-Serra (*)
Existen sacerdotes que se desvían de los principios de la Iglesia Católica, madre y maestra, o que no tienen un comportamiento acorde a su investidura y ello es sancionado en base al Código de Derecho Canónico.
Un padre tiene la obligación de aconsejar a un hijo que no se porta bien y si reincide, sancionarlo. Esto es lo que ha hecho el Cardenal Juan Luis Cipriani, como Pastor de la Iglesia y Arzobispo de Lima con el Padre Gastón Garatea Yori, SS. CC, quien lejos de escuchar las exhortaciones del Primado por más de seis años insistió en pregonar doctrinas lejanas, muy lejanas, de la Iglesia y que confunde a la feligresía. Por ello el Cardenal, con dolor y después de mucha reflexión decidió no renovarlelas Licencias Ministeriales para realizar su trabajo pastoral en la Arquidiócesis de Lima.