2 de noviembre de 1879

Por César Vásquez Bazán

20 buques y 10 mil efectivos chilenos atacan puerto de Pisagua desde la madrugada de hoy.- A las 6 y 30 a.m. del domingo 2 de noviembre de 1879, incesante cañoneo de genocidas del sur sobre ciudad peruana no fortificada.- Población civil sufre estragos del ataque. 44 lanchas chilenas intentan tomar Pisagua.- En combate de siete horas, peruanos y bolivianos rechazan en tres ocasiones a los asaltantes del sur.- Soldadesca sureña se emborrachó para adquirir valor antes del asalto.- Asaltantes incendian Pisagua.- Chile: Enemigo a muerte del Perú

isaac recavarren 1
Coronel Isaac Recavarren, héroe peruano de la Defensa de Pisagua

mariano ignacio prado 1El quinquenio de Prado en el país del sur (1868-1873)

Por César Vásquez Bazán

Durante la Guerra del Salitre, Mariano Ignacio Prado seguía comunicándose con su concuñado y asociado de negocios, el chileno Carlos von der Heyde. Sus cartas eran seguidas por el gobierno chileno, como lo prueba el informe del 19 de abril de 1879 envíado por el Intendente de Valparaíso, Eulogio Altamirano, al ministro Antonio Varas.

A su vez, los ocho tomos autografiados por el Libertador fueron "regalados" por Vicuña Mackenna a la Biblioteca Nacional de Chile, la que los aceptó como "libros adquiridos por obsequio".

Chile: País ladrón y carente de vergüenza
 
Escribe: César Vásquez Bazán


Portada de Introduction a L’Historire Moderne, Genérale et Politique de L’Univers, escrita por el barón de Pufendorff, libro publicado en París, en 1759. Los ocho volúmenes que componen la obra, todos ellos autografiados por don José de San Martín, fueron donados por el Libertador a la Biblioteca Nacional del Perú. Fueron robados de esa institución por el sargento mayor chileno Anacleto Valenzuela y “obsequiados” al historiador sureño Benjamín Vicuña Mackenna. en 1881. A su vez, Vicuña Mackenna “regaló” los ocho tomos  a la Biblioteca Nacional de Chile, la cual los incorporó en su catálogo como libros “adquiridos por obsequio”. Los “Anales de la Universidad de Chile” del año 1881 informan sobre esta singular “transferencia” del patrimonio cultural del Perú.

Miles de documentos desaparecieron o se mutilaron, destruyéndose la clasificación de los legajos.

Chileno José Toribio Medina vino de Santiago a Lima para dirigir la selección y envío de los documentos robados por los invasores.

Hoy forman parte de la “Sección Peruana” del Archivo Nacional de Santiago.Chile: País ladrón y carente de vergüenza

Escribe: César Vásquez Bazán

El chileno José Toribio Medina clasificó los documentos a robar del Archivo Nacional del Perú y supervisó el saqueo. Medina fue uno de los “caballeros chilenos con notorias aficiones históricas, que revisaron personalmente el Archivo para buscar los datos y documentos de que habían menester, muchos de los cuales encontraron y se apropiaron”. Según Alberto Ulloa (1899: IL-L), puede comprobarse dicha afirmación comparando los truncados catálogos del Archivo Nacional del Perú con los documentos publicados en Santiago y en otros lugares pocos años más tarde.

Entre 1879 y 1884 Chile se ensució en el Derecho Internacional.

Se burló de las "Leyes de guerra para los ejércitos de tierra" de 1880.

Hizo caso omiso de la "Declaración de Bruselas" de 1874.

Se jaraneó de risa de las "Instrucciones para los ejércitos de los Estados Unidos en campaña" (Código Lieber) de 1863.- Chile: País ladrón y carente de vergüenza

Escribe: César Vásquez Bazán

Así lo evidencia carta de Vicuña Mackenna e "Informe Domeyko".- Chile: País ladrón y carente de vergüenza 
Escribe: César Vásquez Bazán

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Historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna, autor de diversos libros sobre la Guerra del Salitre, entre ellos la Historia de la Campaña de Lima 1880-1881.

Vicuña Mackenna participó del saqueo de los libros de la Biblioteca Nacional del Perú cuando aceptó el “obsequio” del libro Introduction a L’Historie Moderne, Genérale et Politique de L’Univers, “regalo” que le hiciera “uno de los más distinguidos jefes de nuestro ejército [chileno] acantonado en Lima”. El libro, en ocho volúmenes, todos ellos autografiados por don José de San Martín, había sido donado por el Libertador a la Biblioteca Nacional del Perú seis décadas atrás.