Herbert Mujica Rojas
“No se oyó una sola exclamación, ni el grito más insignificante. Sellados todos los labios por un compromiso de honor, permanecieron mudos. Y en medio de aquel silencio extraño y enorme que confundía, impregnaba asombro y causaba admiración, la bandera levantada muy arriba, avanzó lentamente por en medio de aquel océano de cabezas descubiertas.
Pasó la bandera y detrás de ella, como enorme escolta, avanzó el pueblo entero y aquella procesión sin música ni exclamaciones, siempre en silencio, siempre majestuosa, recorrió imponiendo respeto y casi miedo, los jirones más céntricos de la ciudad cautiva¨. Federico Barreto
El 28 de agosto de todos los años, la ciudad de Tacna y el Perú entero, celebramos con hondo fervor su reincorporación al seno de la Patria. Luego de la Batalla del Alto de la Alianza, llevada a cabo el 26 de mayo de 1880, el ejército invasor ocupó la Heroica Ciudad, que desde esa fecha vivió un extenso cautiverio que se prolongó por casi medio siglo, sin abdicar jamás a la nacionalidad peruana.