El patriotismo es la inscripción en la lápida del pobre
Por Alejandro Sánchez-Aizcorbe
La edad de la inocencia se termina pronto. Vivo en los Estados Unidos desde 1997 y me siento agradecido por los beneficios de que mi familia y yo gozamos a cambio de nuestros conocimientos especializados. Asumo la responsabilidad de defender lo mucho de bueno que existe en estas tierras, que los chinos definen como “bello país”. Mi vecino de pared por medio es un endocrinólogo chino que se especializa en células madre.