Por Alfredo Palacios Dongo

Los pasados días 6 y 7 se realizó en nuestra capital el X Congreso Internacional de Prevención del Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo (PLA-2018) para buscar fortalecer en los países la metodología para prevención y gestión del riesgo de este delito, cuya gravedad consiste en su poder corruptor, que encubre dinero, bienes, efectos o ganancias ilícitas o ilegales haciéndolos aparentar como legales. En nuestro país este delito muestra preocupante incremento generando peligrosos efectos perturbadores a la gobernabilidad y la estabilidad económica nacional. Según el superintendente adjunto de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Sergio Espinoza, en 2017 se acumularon más de 11,000 Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS), 55% más que en 2014 (6,000 ROS), principalmente de sectores con poca o nula supervisión (mercado inmobiliario, comercio exterior, cooperativas, entre otros), con dinero procedente del narcotráfico, corrupción y delitos ambientales (minería y tala ilegal).

Por Germán Lench Cáceres*

La gran mayoría de proyectos de ley presentados por los parlamentarios que, según el artículo 75º del reglamento tienen fuerza de ley, presuponen la obligación de incluir en cada texto, el análisis costo-beneficio de la futura norma legal que se procederá a estudiar para luego ser aprobada. Lo que permitirá cuantificar los pros (beneficios) y contras (costos), como una manera de identificar a los beneficiados y a los perjudicados. Cabe señalar que este requisito sólo puede ser dispensado por motivos estrictamente excepcionales.

Irresponsablemente, y bajo el argumento de que la mayoría de las cooperativas del VRAEM son «lavadoras» de dinero del narcotráfico, se viene satanizando a todas las que operan en estas localidades. En realidad, debería especificarse que estas sospechas se enfocan en las de ahorro y crédito, más no en las de productores —que representan el mayor número de ellas — que cuentan, además, con el apoyo de DEVIDA para asegurar su sostenibilidad. El hecho de que operen en zonas sensibles a la producción y tráfico de drogas, no justifica las sospechas sobre ellas; sin embargo, el polvo levantado, las afecta sin excepción.

Como era previsible, los temblores empezaron a acechar al nuevo gobierno apenas días después del voto de confianza a su Gabinete. El Presidente de la República debe haber descubierto ya, que el nuevo «estilo» de comunicación con la gente —viajes, visitas y gestos que lo acercan a la gente de a pie—, tiene un techo muy bajo. Más bajo todavía, cuando desde su propio equipo, se hacen méritos para evidenciar su debilidad y su falta de norte en temas que son cruciales para el país, como lo demuestran dos hechos recientes.

Por Juan Carlos Valderrama

Cuando escuchamos por los medios televisivos hablar tanto sobre la palabra Castración nos da algo como de temor y sobrecogimiento pues las estadísticas que se conocen nos muestran que cada hora tenemos de tres a cuatro investigaciones sobre violencia sexual, entonces se presentan como muy fuertes para nuestros oídos y entendimiento que muchas personas tendrán que ser castigadas con la Cadena Perpetua.