EL ESCÁNDALO DEL BCCI
Pese al amplio conocimiento del prontuario y los antecedentes del BCCI, en 1986, el Banco Central de Reserva del Perú, presidido por Leonel Figueroa, depositó en esa institución 270 millones de dólares, cerca del 33 % de las reservas peruanas. Esta transferencia sospechosa fue realizada sin tener en cuenta el grave riesgo que corría la operación. En forma persistente se sostenía que el BCR era autónomo y ajeno a toda influencia presidencial; lo que es falso, porque siempre ha dependido directamente del presidente de la República y de manera más acentuada durante el gobierno de García. en que el directorio, la gerencia y toda la plana dirigente del banco eran apristas que cumplían órdenes del jefe de Estado. Para justificar la sospechosa transferencia, se invocó la necesidad de preservar las reservas, en vista de los riesgos de embargos que corrían por parte de los acreedores externos. Esta versión también fue desmentida, ya que, si en verdad habría existido ese peligro, había otros bancos de prestigio en Suiza y otros países.