Los israelíes no judíos: ciudadanos de segunda
Por Alberto Piris (*)
La presión de los grandes medios de comunicación, muchos de ellos al servicio de los intereses de las grandes potencias, fuerza al ciudadano común, en ocasiones, a aceptar puntos de vista erróneos. Cuando gran parte de la política se desarrolla orientada a su difusión por dichos medios, lo que en ellos se afirma o se niega pasa a ser una verdad de fe que muchos admiten sin discusión alguna.