Por Guillermo Olivera Díaz*
El doctorado en sempiterna corrupción le cae a pelo a García. Para ejercerlo de facto no necesita el bachillerato, la licenciatura, la maestría o el doctorado universitarios, ni siquiera de la Universidad San Martín de Porres, donde funge como rector su ex ministro y actual socio, José Antonio Chang Escobedo, graduados ambos en la corrupción de colegios emblemáticos, cuya refacción del Estadio Nacional, por la friolera de S/ 208’793,220.00 de nuevos soles, la hicieron pasar como si se tratara de uno de dichos colegios, por Decreto de Urgencia 004-2009, de 10-1-2009, que los dos suscriben y sellan, como Fe de Erratas.