El abatimiento de Orlando Borda Casablanca, ‘Alipio’, y Marco Quispe Palomino, ‘Gabriel’, ocurrió en Llochegua, Ayacucho, una zona que muchos seguramente llamarían «allá», como en la novela de Capote. El golpe es significativo porque todo indica que ambos eran mandos «narcosenderistas» importantes en la zona, con el agregado de que uno de ellos es miembro de lo que la prensa ha denominado el «clan de los Quispe Palomino». Queda como número 1 en el VRAEM Víctor Quispe Palomino, ‘José’. Evidentemente, esto le ha dado aire a un gobierno que parecía atrapado en su caída en las encuestas. No obstante, todo indica que el efecto, aunque importante, será temporal, porque resulta cada vez más difícil asociar —realmente— a estos grupos con la amenaza senderista.