No a la masacre de Libios
No a la masacre de Libios
Por Alejandro Sánchez-Aizcorbe
Después de Libia ¿a quién le toca?
Sufrimos un ataque tan grave de apatía que en nuestra modorra no importa sacrificar la vida de millones de seres humanos con tal de seguir creciendo infinitamente en un planeta de recursos finitos. El crecimiento es Dios; es la idea absoluta hegeliana desenvolviéndose en una historia abstraída del universo, una historia existente exclusivamente en el cerebro de quienes se creen eternos.