Recién están a la baja las cifras de fallecimientos y contagios a causa del coronavirus COVID-19, pero claramente no todo es como se dice en las causas que dispararon al Perú al primer lugar en muertos por millón en el mundo y los factores se debieron a la mala gestión del Estado, otros al comportamiento ciudadano y otros a los charlatanes de la medicina, todo lo cual no llevó a ningún martillazo ni huayno de celebración, como se hablaba, sino a "La Danza Macabra", como la obra de Camille Saint-Saëns, a cuyo son podemos seguir esta secuencia.
Temple Tiger. Youtube
Danza 1. Médicos charlatanes de la medicina
Desde fines de año ya veíamos lo que pasaba en China y se creía que las autoridades de salud estaban tomando debida nota, pero no fue así, porque hubo galenos charlatanes de la medicina (quién sabe si hablen en nombre de las transnacionales farmacéuticas) como pavos reales hablando en los medios o con voz influyente entre las autoridades, pese a haber visto la experiencia china. Ellos deberían estar flagelándose por las personas que están en la tumba a causa de sus peroratas, pero tienen el descaro de seguir pontificando en los medios. Veamos:
- Se opusieron al uso de mascarillas, lo cual, aunque se corrigió, inicialmente fue un factor de incremento de contagios. Después adujeron que siguieron a la OMS, pero no tenían que seguir a nadie, sino a la razón y a las leyes de la física, pues las mascarillas son una barrera, no 100% perfecta, pero que ayuda mucho. Incluso en China se veía no sólo mascarillas, sino escafandras.
- Temerariamente dijeron que el virus sólo se contagia con estornudos o toses y que no queda en el aire. Diversos estudios demostraron que es falso. Por ello no se tomaron precauciones ni se difundieron alertas para tener cuidado con lugares cerrados como baños, cuartos de hospital, pasadizos, ascensores, así como con aglomeraciones. Estudios sucesivos demostraron que es así. De modo que pasado un tiempo recién se estableció una distancia mínima de seguridad.
- Pese a que estudios científicos demostraron en laboratorio que la ivermectina elimina al coronavirus en 48 horas, se opusieron al uso de esta medicina y sólo fue gracias a la apertura de galenos más prudentes y la experiencia recogida por galenos nacionales y extranjeros que se aceptó el uso de este fármaco, ahora de indiscutible beneficio. Miles de vidas se perdieron. Además, en lugar de tratarse domiciliariamente, al no tener este recurso, la gente acudió ya en estado avanzado a abarrotar los hospitales, con el consiguiente número de víctimas mortales.
- Desde enero estudios científicos indican que el coronavirus se contagia también por los ojos, pero de forma negligente se lanzó a miles de policías y militares a las calles sin protección de gafas. Hay más de 400 policías muertos por el coronavirus. Hasta ahora no las tienen. Sólo las usan parte del personal de salud. Muy pocos médicos lo advirtieron, pero los charlatanes de siempre no lo mencionaron ni pidieron protección ocular para los policías o personal de limpieza.
- Estos charlatanes también decían que el virus dura unas horas, cuando estudios científicos le dan hasta nueve días de resistencia fuera del cuerpo. Por ello, no se tomaron las debidas precauciones en la manipulación de cadáveres, objetos y utensilios usados por los enfermos.
- En lugar de ser firmes en sus conocimientos de medicina, siguiendo locamente a la OMS prohibieron el uso de corticoides, cuando dadas las consecuencias del virus en el cuerpo, era evidente que debían usarse. Para bien, no todos los médicos hicieron caso a esta absurda prohibición.
Danza 2. La ciudadanía
- Inicialmente cumplió las disposiciones de cuarentena, pero unos pocos no lo hicieron. Posteriormente un número creciente hicieron caso omiso y no les importaba estar en aglomeraciones, unos por necesidad, otros por indisciplina: más contagios y muerte.
Danza 3. El gobierno
- El Presidente culpa a gobiernos pasados de la situación calamitosa en el sector Salud, pero mucho más pudo hacerse.
- Fue muy mala la práctica de dar bonos en lugar de víveres, pues además de las aglomeraciones, los bonos no llegaron a muchos necesitados y hasta los recibieron personas pudientes que los devolvieron.
- Se cerraron los centros de atención primaria y consultorios y sólo se dejaron hospitales, cuando con las debidas precauciones habrían evitado muertes.
- En lugares como Lima, donde está el tercio de la población, no se construyeron suficientes hospitales de campaña. Por ello los hospitales no pudieron atender la avalancha de enfermos graves y muy graves. La situación se tornó trágica con el frío de mayo a agosto, con innumerables personas enfermas soportando el frío y la humedad a la intemperie. Coincidentemente, las cifras mortales aumentaron en este periodo.
- Así las cosas, muchos perecieron sin atención, contagiando y agravándose en sus casas por temor a ser maltratados en los hospitales a veces sin alcanzar siquiera algo de tratamiento.
- Sabiéndose que esta enfermedad causa trombosis, los enfermos que no alcanzaron a ocupar siquiera una camilla en los hospitales, se quedaron sentados en sillas de ruedas y hasta en escaleras por varios días, lo cual aumentó su probabilidad de muerte. Más pesaron las apariencias, pues si el Comando Covid hubiese ordenado que al menos los tendieran en el suelo sobre mantas o colchonetas, no se hubiera favorecido la formación de coágulos que los condujeron a la muerte. ¿Daría mal aspecto? Sí, pero primero es la vida que el mal aspecto.
Días en silla de ruedas: rumbo a la muerte
- El caso del oxígeno fue una negligencia error garrafal y mortal debido a la norma del gobierno de Alan García, firmada por Óscar Ugarte, quien no sólo estuvo en el directorio de Essalud habiendo excedido la edad de jubilación, sino también integró el Comando Covid y desde allí no hizo nada por instalar tempranamente plantas de oxígeno, cuya falta segó muchas vidas y empobreció más a muchísimas familias con gastos excesivos. Hasta ahora no derogan la infame resolución promonopolio del oxígeno del gobierno aprista.
Policías enfermos con coronavirus sentados sin atención fuera del hospital
- El gobierno no hizo nada por frenar la venta de fármacos con sobreprecio y la especulación con el pretexto del libre mercado, pese a que en países con mayor relevancia en el mercado sí se controló. Incluso el presidente Donald Trump lanzó amenazas contra las empresas farmacéuticas que lucraban desmedidamente con la enfermedad. Además, el gobierno observó la ley contra la especulación y el acaparamiento del Congreso.
- Las farmacias de los hospitales estaban por mucho tiempo desabastecidas de los fármacos contra el coronavirus, por lo cual muchos murieron o cayeron en las manos de mafias especuladoras.
- Aunque alegan que no había disponibles en el mercado las pruebas moleculares, se adquirieron pruebas rápidas que no tienen mucha utilidad para detectar focos de epidemia. Además, mucho se compró sin control adecuado, con sobreprecio y sin las garantías debidas, aprovechando el estado de emergencia que libera de la obligación de licitar.
- Con la gigantesca bolsa de millones solicitada al Congreso para atender la pandemia, el gobierno no compró tomógrafos, que desde el año pasado se sabe que son esenciales en el diagnóstico y seguimiento de una infección por coronavirus y es mucho más fiable que una prueba, así la enfermedad avanzó. Sólo se compraron seis tomógrafos para todo el Perú recién en setiembre. Para colmo, en los centros de salud tampoco se diagnosticaba por estar cerrados, cuando muchos de ellos tienen aparatos de rayos X, que también tienen utilidad en el diagnóstico.
- Tampoco se han comprado resonadores magnéticos, pese a que desde hace mucho tiempo se sabe que hay que diagnosticar y tratar las secuelas neurológicas de los pacientes que padecieron esta enfermedad. La no compra de tomógrafos y resonadores para los hospitales favorece a las mafias de tercerización de los “negociazos”.
- Son tardías las reacciones para ordenar mercados y aglomeraciones agravadas por la imprudente política de permitir la entrada de un millón de venezolanos, los cuales son los primeros en desconocer las reglas sanitarias, armar escándalo y tumulto, sin que se les expulse del país.
Horas y hasta días sentados sin cama ni camilla.
- No se realizó una rápida ejecución de obras para poner en operación ciclovías ni se ha estimulado debidamente la adquisición de bicicletas. Las bicicletas plegables son de mucha utilidad para evitar los robos y por la falta de espacio para aparcamiento, pero nada se ha hecho para promoverlas.
- Por congraciarse con la prensa mermelera, han dilapidado el dinero de todos los peruanos en costosas campañas insulsas por televisión, que ni siquiera decían cómo usar bien una mascarilla.
- No se ha realizado una debida coordinación con las organizaciones vecinales para que cumplan el rol que querían realizar, de informadores y asistentes sociales.
A la fecha en otros países se emplea la ivermectina como profiláctico, pues una toma funciona como una vacuna por 30 días, como bien lo recomendó el doctor Manolo Fernandez, gerente de Laboratorios Farvet, y la experiencia de médicos y estudios de otros países lo corrobora, además de otros galenos que la están empleando. El gobierno podría evitar contagios y muertes con este uso, pero no tiene una reacción oportuna, al seguir asesorado por el mismo indolente Comando Covid.
- Habiendo estudios sobre los contagios por aire acondicionado, el Comando Covid hasta ahora no se preocupa de dar directivas para una ventilación menos riesgosa en medio de la reactivación económica.
A grandes rasgos, los citados son los principales acordes que han determinado se orqueste la danza macabra que llevó a la tumba ya a más de 33 mil peruanos. Por ahora hay un respiro, pero hay mucho que corregir para evitar que una segunda ola coseche más muerte y azote más a nuestra debilitada economía. Como en otros países, más que manejo técnico de la pandemia, hay un manejo político.
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